El SARS y los resfriados son las enfermedades más comunes que enfrentan los niños. Hay varias razones para esta susceptibilidad del cuerpo del niño:
1. Falta de preparación del sistema inmunológico. Para combatir las infecciones, el sistema inmunológico debe tener ciertos anticuerpos. Se forman solo en el proceso de combatir los microbios, por lo tanto, si el sistema inmunológico no se ha encontrado previamente con este patógeno, simplemente no puede resistirlo. Como resultado, el cuerpo se enferma.
2. Subdesarrollo del sistema respiratorio. El tracto respiratorio de los niños se forma hasta los 13 años, antes de esta edad los niños son más susceptibles a las infecciones respiratorias.
3. Contacto con superficies contaminadas. Debido a su curiosidad, los niños son más propensos que los adultos a tocar varios objetos y entrar en contacto con superficies sucias. El hábito de llevarse las manos sucias a la boca o frotarse los ojos con ellas contribuye a que la infección penetre sin obstáculos.
Muchas veces, la probabilidad de ARVI y resfriados cuando un niño visita un jardín de infancia y otros grupos de niños, donde el bebé está en contacto con una gran cantidad de otros niños.
Los niños se enferman con más frecuencia que los adultos y esto se considera normal. Además: la confrontación con infecciones desarrolla el sistema inmunológico, promueve la producción de anticuerpos, lo que en el futuro permitirá resistir eficazmente los virus. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los resfriados frecuentes debilitan el cuerpo y esto puede conducir al desarrollo de complicaciones y la transición de la enfermedad a una forma crónica. Por eso es importante no dejar que el niño se enferme con demasiada frecuencia.
Cada edad tiene su propia tasa de incidencia de episodios ARVI por año:
Para niños menores de 1 año: no más de 4 veces;
De 1 a 3 años: no más de 6 veces;
4 a 5 años: no más de 5 veces;
Más de 5 años: no más de 4 veces.
Superar esta norma sugiere que el niño tiene problemas con el funcionamiento del sistema inmunológico, por lo que es necesario consultar a un especialista y, si es necesario, someterse a tratamiento.
Prevención de ARVI y resfriados en niños.
Estas simples reglas ayudarán a minimizar la probabilidad de contraer un resfriado:
vestir al niño para el clima;
proporcionar una buena nutrición;
asegurar un sueño adecuado;
realizar actividad física moderada;
caminar al aire libre todos los días;
para enseñar al niño a la higiene.
La hipotermia es una de las principales razones del desarrollo de resfriados. Todas las madres lo saben, por lo que muchas prefieren envolver a sus hijos lo mejor posible. El resultado es el efecto contrario: el niño está sudando y la más mínima corriente puede provocar hipotermia. Es importante vestir a su hijo de manera adecuada para el clima y evitar el sobrecalentamiento.
El niño crece y se desarrolla constantemente. Este proceso requiere altos costos de energía, que deben reponerse mediante la ingesta regular de vitaminas y microelementos en el cuerpo. La dieta del niño debe contener verduras y frutas frescas, carne, pescado y cereales.
El buen sueño juega un papel importante en el buen funcionamiento del organismo. Los niños en edad preescolar necesitan dormir mucho más que los adultos, alrededor de 12 horas al día. Es aconsejable que el niño duerma no solo por la noche, sino también durante el día.
Para el fortalecimiento natural de la inmunidad del niño, es útil una actividad física regular moderada: educación física, baile, gimnasia, etc. Caminar al aire libre y tomar el sol también son muy favorables.
Desde temprana edad, se debe enseñar al niño a la higiene: lavarse las manos con agua y jabón antes de las comidas y después de cada paseo.
¿De qué otra manera puede proteger a su hijo?
Además de todo lo anterior, es importante mantener la casa limpia y ventilar regularmente las instalaciones. Durante el período de calentamiento, debe controlar el nivel de humedad y, si es necesario, usar un humidificador.
Si el niño se enferma, es importante brindarle asistencia médica profesional lo antes posible. Para hacer esto, a la primera señal de un resfriado, llame a su médico. Un especialista calificado puede distinguir fácilmente un resfriado inofensivo de una enfermedad más grave y dará recomendaciones sobre el tratamiento y el cuidado del niño. Esto permitirá que el bebé se recupere con un daño mínimo para la salud.
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