Todo el mundo dice pequeña Pequeñas mentiras aquí y allá, pero estas pequeñas mentiras añadir realidad y afecta su salud. Un estudio ha encontrado que la persona promedio dice 11 mentiras a la semana, una o dos veces al día. Estas mentiras pueden ser que la gente deje de ser enojado con usted, para escapar del castigo, para sentirse mejor consigo mismo o tratar de impresionar a la gente. De hecho, se ha encontrado que una persona le dice hasta tres mentiras en el primer minuto de hablar con un extraño.

La mentira y el estrés 
Se le ha enseñado como un niño que mentir es malo, así que decir mentiras pone mucho estrés en su sistema. De hecho, si usted ha visto una prueba de detector de mentiras en un programa de televisión, usted sabrá que monitorea indicadores como la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Estas son en realidad indicaciones de tensión, porque la mentira nos causa mucha ansiedad y la tensión. Decir la verdad es fácil, porque sólo hay que recordar lo que pasó y lo dice. Tirado en el otro lado es difícil, porque hay que pensar en una versión alternativa de los acontecimientos, dilo de una manera convincente y luego mantener esa versión para el resto de su vida. Esto es difícil, y el estrés puede tomar un peaje importante en su salud.

La mentira y la salud en general 
Aparte de la tensión, la mentira afecta a su salud en general también. Estos son algunos de los efectos de la mentira:
• Dolor de espalda
• Dolores de cabeza
• Depresión
• Goteo nasal
• Baja inmunidad
• La baja autoestima
• adicciones no saludables
• Aumento del riesgo de cáncer
• Aumento del riesgo de obesidad
• Baja satisfacción laboral

La mentira y relaciones
Otro estudio ha demostrado que cuando la gente miente se pone mucho estrés en sus relaciones, y que tiene poco saludables relaciones afecta tanto a su desarrollo físico y la salud mental . De hecho, el tamaño de la mentira no importa en términos de su efecto sobre usted - si usted le dice una gran mentira o una pequeña mentira blanca, todavía tiene el mismo efecto.

Decir la verdad
Decir la verdad puede ser liberador, y aumenta la producción de endorfinas en nuestro cerebro, por lo que nos hace felices. No es posible dejar de decir mentiras por completo, sin embargo, ya que tienden a recoger este hábito cuando somos jóvenes y que es algo natural para nosotros. Los investigadores sugieren que renunciar a la mentira lentamente, pensando en lo que vas a decir y luego sólo decir una mentira si usted realmente piensa que es necesario.

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