La mayoría de los padres se dan cuenta de que sus hijos necesitarán ver a un ortodoncista en algún momento antes de la adolescencia, pero ¿cuál es la edad adecuada para visitar a un ortodoncista? Su dentista familiar debería poder orientarlo sobre el momento adecuado para ver a un ortodoncista, y es útil saber que la Asociación Estadounidense de Ortodoncistas y otras organizaciones mundiales recomiendan que un niño tenga su primera cita con el ortodoncista a los siete años, o quizás antes. si hay signos de posibles problemas de ortodoncia.
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Ejemplos de problemas que pueden ser causados ??por problemas de ortodoncia son:
dificultades para morder, masticar o hablar
Hábitos de chuparse los dedos o el chupete que continúan después de los cinco o seis años
apiñamiento de dientes o problemas de espaciado
dientes frontales que sobresalen
articulaciones de la mandíbula dolorosas
respiración bucal crónica
articulaciones de la mandíbula que hacen clic
dientes extraviados o extraviados
desequilibrio facial como un mentón débil o prominente
los dientes de leche se caen demasiado pronto
Aunque todos estos son signos de que pueden estar presentes problemas de ortodoncia, a veces los problemas no tienen síntomas perceptibles. Por eso es esencial que un ortodoncista revise a su hijo antes de los siete años.
La primera fase del tratamiento se llama Fase 1 o tratamiento interceptivo. Esto comienza cuando su hijo todavía tiene la mayoría de sus dientes de leche y quizás algunos de sus incisivos frontales permanentes. El objetivo principal de este tratamiento temprano es ayudar a que los maxilares superior e inferior se relacionen adecuadamente entre sí y ahorrar espacio en las arcadas dentales para los dientes permanentes. El tratamiento puede implicar un aparato similar a un retenedor que ayude a guiar los dientes a sus posiciones adecuadas, o puede implicar la extracción de algunos de los dientes de leche para proporcionar el espacio adecuado para los dientes permanentes.
Las citas y los tratamientos tempranos son beneficiosos porque atacan los problemas cuando son más manejables. Una vez que se han caído los dientes de leche y han crecido los dientes permanentes, es mucho más difícil corregir cualquier problema de alineación o espacial. Esperar demasiado para comenzar el tratamiento puede significar que su hijo tendrá que usar aparatos ortopédicos durante períodos de tiempo más prolongados o que tenga problemas que requieran un tratamiento adicional además de los aparatos ortopédicos.
No todos los problemas tempranos requerirán intervención o tratamiento. Su ortodoncista podrá determinar si se necesita tratamiento o si el problema se corregirá por sí solo de forma natural a medida que su hijo crezca. Por eso es crucial que lleve a su hijo a un ortodoncista a una edad temprana; tendrá más opciones, menos tiempo potencial para usar aparatos ortopédicos y la posibilidad de reducir los costos de ortodoncia. Llevar a su hijo a un ortodoncista temprano también asegura un perfil de ortodoncia más equilibrado, una mejor sonrisa y menos problemas y gastos potenciales en el futuro.
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