Muchos pacientes requerirán tratamiento dental durante su niñez, esto puede variar desde un simple chequeo y limpieza hasta un trabajo más extenso. Llevar a su hijo al dentista desde el principio puede, no solo prevenir problemas dentales graves , sino también reforzar las actitudes positivas hacia el dentista y, por lo tanto, aumentar las posibilidades de que cooperen en caso de que se requiera tratamiento.

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Desafortunadamente, algunos pacientes infantiles no cooperarán, los días en que el padre sujeta a un niño en la silla mientras el dentista hace el trabajo por la fuerza se han ido en su mayoría y solo se usan en circunstancias muy extremas. La investigación ha demostrado que una mala experiencia temprana puede resultar en ansiedad dental de por vida [1]. Entonces, si su hijo necesita un tratamiento dental pero no coopera, ¿cuáles son las opciones?

Retrasar el tratamiento:

Si el paciente dental infantil solo tiene problemas menores con síntomas mínimos, su dentista puede optar por retrasar el tratamiento. A menudo, su dentista puede insistir en que el padre le cepille los dientes al niño todas las noches y reduzca los alimentos y bebidas azucarados. Si hay pequeñas cavidades, podría ser posible colocar empastes temporales rápidos (sin anestesia / agujas). La idea es ralentizar el proceso de caries, brindarle al niño una experiencia positiva y luego intentar en una fecha posterior tratar adecuadamente los dientes. Muy a menudo, después de algunas buenas experiencias en el dentista, el niño cooperará más en futuras citas y se podrá realizar el tratamiento dental ideal.

Happy Gas (óxido nitroso):

Happy gas es seguro y es una excelente manera de reducir la ansiedad dental en niños (y adultos). Usado en citas cortas (30-45 minutos), el gas feliz puede permitirle al dentista completar un empaste o extracción sin estresar al paciente infantil. Si bien funciona muy bien para la mayoría de los niños, el niño debe cooperar lo suficiente como para permitir que la máscara se coloque sobre la nariz para que no sea una solución para todos los niños.

Anestesia general (GA):

Si el paciente infantil requiere mucho trabajo o si requiere un trabajo urgente (como un diente claramente infectado o dolor severo) y si no coopera, la anestesia general es la mejor opción. Un anestesista pone al niño a dormir y todo el trabajo dental se completa en una visita. Una vez finalizada la sesión de GA, es importante seguir los consejos de su dentista con respecto a la higiene bucal y la dieta para evitar problemas futuros y el niño necesitará chequeos regulares.

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